lunes, 21 de septiembre de 2009

¡Incomprensible!

El día 17 de Septiembre de 2.009, fui a la plaza de toros de La Condomina de Murcia con la ilusión de ver al maestro José Antonio Morante de la Puebla y a dos más, Alejandro Talavante y Daniel Luque.
Nos encontramos con una tarde con muchísimo viento, que presagiaba una tarde aciaga para el toreo, pero no fue el viento el peor enemigo de la tauromaquia: fue el ganado de la ganadería de Santiago Domecq, “anovilladísimo”, sin cara alguna, con serias dudas de que estuvieran afeitados, sin trapío alguno, inválidos totales, rodando por los suelos como si de balones se tratara.
Es de todo grado incomprensible que el público, que llenaba la plaza en un poco más de la mitad del aforo, se callara y aceptara los “novillotes” tan tranquilamente y que incluso pidieran, y consiguieran, las dos orejas para Talavante, tras una faena que no estuvo compuesta más que por pases sueltos, sin ligazón, sin peligro alguno, ante un “novillo” noble, eso sí, pero que no se movía y cuando lo hacía era andando. Si que el público vio a un Talevante que “se arrimó” cuando los “cuernecitos” del toro no lo podían coger, pues estaba totalmente fuera de cacho. Un esperpento.
No pude aguantar más y ya en el último toro, perdón, en la última “raspa” empezamos mis compañeros de viaje y yo a dar palmas de tango, el público se contagió, no se si por estar bebidos, pues con tanta merienda en la plaza se “liba” cantidad y la protesta fue unánime y escandalosa, pero el Usía siguió como toda la tarde: Se repantigó en su butaca y aguantó que le dijeran, pero sin inmutarse y los únicos pañuelos que sacaba eran los correspondientes para cambiar los tercios sucesivamente.
Es incompresible que la Empresa compre este ganado, es incomprensible que los veterinarios lo acepten y es incomprensible que la autoridad lo permita.
Es incomprensible que el público siga yendo a los toros a la Condomina.
¡ Estarán contentos con la Feria que montan!. Bueno contentos sí: el empresario porque a pesar de los engaños al que paga, sigue pagando y yendo a los toros y el presidente también, pues da orejas a troche y moche, no se complica la vida con nadie y si algún “becerro” se pone a tiro, lo indulta.
Más les vale que se fijen en esa Feria del arroz de Calasparra, que es de novilladas y salen por toriles novillos que son muchísimo más toros que las “becerradas” que montan aquí.
Siendo así las cosas, los toreros no pudieron hacer nada en absoluto con este material.
¡Es incomprensible que en ésta plaza no haya más de cincuenta entendidos del arte de Cúchares!
¡Es incomprensible que en Murcia haya tan pocos buenos aficionados!




José Mª Susarte Molina

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