Algo de enseñanza

ORDEN EN LA PLAZA DURANTE LA CORRIDA

Me imagino que todos vosotros sabréis el lugar que cada uno de los intervinientes en una corrida de toros ocupa en cada momento de la misma.
De todas formas vamos a recordarlo, pues es posible que alguno se haya oxidado y no lo tenga lo suficientemente claro.
Los terrenos de una plaza no se ocupan así como así. Todo tiene un orden establecido, dirigido a que siempre se actúe de una forma lógica y de forma que se ensalce lo mejor posible las condiciones del toro y que cada uno desarrolle sus funciones lo más cómodamente posible y sabiendo siempre lo que cada uno debe hacer y el espacio que cada uno debe ocupar en un momento determinado de la lidia y por supuesto minimizar riesgos y peligros, sin tener que dejar nada a la improvisación.
En una corrida hay un momento que es totalmente ritual y éste es precisamente el paseíllo.
Este paseíllo, hablamos tanto de corridas como de novilladas, se forma de la siguiente manera: Siguiendo a los alguacilillos se forma una primera línea integrada por los matadores. El más antiguo en alternativa, ó antigüedad si es novillada, se coloca a la izquierda, el segundo en antigüedad a la derecha y el más joven en antigüedad, en el centro. El sentido de la orientación es mirando desde la puerta de cuadrillas hacia la Presidencia. Cuando se torea por primera vez en un coso, el matador hace el paseíllo desmonterado. En la segunda línea se colocan los banderilleros del primer espada. En la siguiente fila los banderilleros del segundo espada y en la fila siguiente los banderilleros del tercer espada.
En cada fila, los banderilleros se colocan: a la izquierda el que lidie el primer toro del matador (lo llamaremos primero), a la derecha el que lidie el segundo toro (lo llamaremos segundo) y en el centro, el tercero. Esto es lo normal, pero entre los primeros y los segundos se pueden “permutar” su sitio si alguno es un poco supersticioso.
A los banderilleros siguen los picadores. Al igual que los banderilleros, la primera línea de picadores son los del primer espada, la segunda los del segundo espada y la tercera la del tercer espada. En este apartado de picadores hay una salvedad y no es otra que, en función de la categoría de la plaza, salen haciendo el paseíllo más o menos picadores. Así en plazas de 1ª están obligados a salir los dos picadores de cada matador; en plazas de 2ª salen, cómo máximo, 4 picadores y en plazas de 3ª salen sólo 2 picadores.
Tras los picadores hacen el paseíllo las mulillas con los mulilleros, encargadas de arrastrar a los desolladeros a los toros después de su muerte y por último, los areneros, encargados de mantener el ruedo en condiciones dignas para la lidia.
Como vemos toda esta parte del paseíllo responde a unos estereotipos fijos e inamovibles, a un rito, como casi todo en ésta Fiesta.



El otro momento comienza cuando, una vez roto el paseíllo, se cambia la seda por el percal, dicho que indica que los capotes de paseo se han cambiado por los de brega, y sale el toro.
En el burladero de cuadrillas estarán el maestro y el subalterno que lidiará el toro (el primero). Este burladero es el que está diametralmente opuesto a la puerta de toriles, para romper la querencia del toro. Es dónde se intentará parar al toro. En el burladero de la derecha del matador estará el otro banderillero (el segundo). A este burladero se le denomina vulgarmente, de la segunda suerte. En el burladero de la izquierda del maestro, el más próximo a la salida de picadores, estará el tercero. De ésta forma se cubre casi la totalidad de la plaza y llamando al toro desde uno y otro de los burladeros se pueden observar las reacciones y condiciones del toro. En el burladero más alejado de la puerta del patio de caballos, se fija al toro hasta la salida de los picadores y el banderillero correspondiente es ayudado por un primero o segundo de la cuadrilla siguiente, por si sufriera algún percance, tener alguien que le socorra.
Cuando el picador que ha de picar está colocado (picador de turno) en la contraquerencia, normalmente el matador pondrá al toro frente al caballo y lo parará en la segunda raya. En este momento los otros dos espadas estarán a la izquierda del caballo, junto a los banderilleros .,lidiadores. El último en llegar será el banderillero primero de éste toro, que habrá venido por el callejón.
El picador que picará al segundo toro se colocará en la parte opuesta de la plaza de la que el picador de turno esté, por si el toro, manseando, se dirigiera a su querencia. Este picador denominado “guarda puerta”, estará auxiliado por su tercero, que protegerá a la cabalgadura, cortando el viaje del toro si se arrancara descompuestamente a ese caballo.
El espada a quien pertenece éste toro, si lo desea, efectuará su quite tras el primer puyazo. El segundo espada lo podrá hacer después del 2º puyazo y el tercer espada, después del tercer puyazo.
Durante los quites los subalternos que intervendrán, de hacer falta, son los titulares del toro que se está lidiando.
Cuando se acaba de picar y después que los caballos hayan abandonado la arena, se lleva a cabo el tercio de banderillas.
El matador de turno se sitúa en la barrera observando las reacciones del toro. Si lo desea es él quien lidia al toro y lo pone en suerte para que los subalternos banderilleen o bien puede ser él el que banderillee.
El primero es el que pone al toro en suerte. El segundo pondrá el 1º y 3º pares de banderillas y el tercero sólo pondrá el segundo par de banderillas. Junto a los banderilleros se pondrá el espada siguiente en el turno y está aquí para poder hacer el quite al banderillero que se dispone a banderillear. Junto al primero (repetimos, lidiador), a izquierda y derecha del mismo, junto a las tablas, se sitúa el otro matador y el tercero del matador que está con los banderilleros a los que corresponde banderillear. Tienen como misión cortar el viaje del toro y recogerlo una vez que han banderilleado, evitando que el toro “haga hilo” con el banderillero.
Pasamos a la faena de muleta, cuando el torero se encuentra sólo en el ruedo con el toro. Sus tres banderilleros estarán en los burladeros próximos a donde se desarrolle la faena, por si fuera necesario hacer algún quite.
Los otros dos espadas observarán la faena de su compañero desde el callejón, si bien el director de lidia, es decir, el matador más antiguo de los tres, debe estar siempre en el burladero junto a los banderilleros, en aquellos toros que no le toque actuar a él. Jamás he visto esto en una corrida de toros.
Esto que os he relatado es el resultado de ver toros muchos años acompañando a mi tío Pepe Barceló a las Ferias de Murcia, Albacete, etc. !Era un gran entendido en esto del mundo taurino!. No quiero olvidar a mi padre, quien siendo nada más que maestro de escuela, lo abrumaba con preguntas a cada momento. 1Era una pequeña enciclopedia andante!.
Qué pena que ya no estén con nosotros aquellos que me enseñaron tanto ……

Hasta pronto, un abrazo para todos.

José Mª Susarte Molina