El maestro no necesita presentación. Irrumpió en los ruedos envuelto entre los sones de niño prodigio y en la actualidad se encuentra en el Olimpo de la tauromaquia después de un largo millar de corridas toreadas y tras triunfar en todas las plazas del mundo. Continuamos a comienzos de la temporada y ya tiene un quintal de contratos. El compromiso más importante que tiene a la vista es la Feria de Abril donde torea los próximos 25 y 27 de abril. En un descanso de su entrenamiento, tiene la amabilidad de concederme esta entrevista para deleite de los lectores de El Periódico de Villena. Antes de comenzar quiero expresar mi agradecimiento tanto a ti, como a Roberto Domínguez por las facilidades que me habéis dado para realizar mi trabajo.
-¿Cómo logras mantener el recuerdo de aquel niño después de convertirte en figura y maestro consagrado?
Pienso que es fundamental no olvidar tus orígenes y los recuerdos de aquella época, que son inolvidables. Fue una etapa en la que estás lleno de ilusiones y sueños.
-¿Qué tal llevas eso de estar viviendo tu juventud de manera tan trepidante?
Es el camino que elegí y no me arrepiento para nada. Es cierto que puedes dejarte cosas en el camino comparando con otros jóvenes de mi edad, pero no me arrepiento de nada.
-Otros han dicho que al tener hijos han notado como les tiraban de los machos, ¿Crees que a ti también pueda sucederte esto?
El toreo es una profesión sacrificada, que exige mucha dedicación y en la vida hay tiempo para todo. Ahora mismo no me lo planteo, estoy dedicado plenamente a mi carrera, concretamente a esta temporada tan importante, aunque es cierto que mi vida personal también necesita su tiempo.
-¿Qué posición sientes que estás ocupando para siempre en la tauromaquia universal?
Me estoy acercando cada vez más a la que siempre quise desde que decidí ser torero. Torear como yo siento, exigiéndome más. Es una profesión en la que nunca dejas de aprender y profundizar, por eso es tan inmensa.
-Recuerdas cual fue tu primer pensamiento de ser torero.
Desde que le dije a mi padre que quería ser torero lo primero que me respondió que si estaba en esto era para ser el mejor, ya que es una profesión muy dura, en el que se sacrifican muchas cosas en tu vida y no se puede estar de pasada. La exigencia personal es una de las claves del éxito.
-Nunca dejas de sorprender al público, ¿Con qué disfrutas más cuando estás en el ruedo?
Con todo. Desde que sale el toro estás deseando plasmar en el ruedo lo que entrenas o con lo que sueñas. Hay momentos difíciles, duros, pero cuando te compenetras con un toro es una sensación única, indescriptible.
-¿Y fuera del mismo?
Con mi familia, mis amigos. Sobre todo en el campo, con sus tareas diarias. Montando a caballo, ver los animales, estudiarlos, torear en la soledad del campo es una sensación maravillosa, en la que toreas exclusivamente para ti. Pero también soy una persona como otra cualquiera, a la que le gusta mucho la música, el cine, el deporte...
-Se nota que eres un hombre comprometido con este mundo: Una Escuela Taurina, una Fundación, una ganadería… Cuéntanos cómo puedes con todo esto.
Bueno, para todo ello cuento con personas que colaboran y trabajan de manera efectiva, con muy buenos resultados. La ganadería sí es algo que tengo más cercano porque vivo con ella, y con respecto a la Fundación pensé en lo positivo que resultaría para la Fiesta la promoción de nuevos valores que se hace con la escuela y los numerosos proyectos que se realizan a través de la Fundación.
-¿En qué piensas al asomarte por la tronera del burladero?
En estar a la altura de la situación, en estar concentrado y dar lo mejor de uno mismo.
-Maestro, ¿Por qué eres del Atlético?
De pequeño fue por mi hermano y ahora, aunque me gusta el fútbol en general sin fanatismos, soy del Atlético por su personalidad y por su afición, que cada vez que voy al estadio es un espectáculo ver cómo anima la gente.
-Si se te apareciese el Genio de la Lámpara maravillosa y te concediese un deseo, ¿Qué le pedirías?
Soy muy feliz como estoy ahora. Seguro que mi deseo iría hacía aquellos que tuvieron menos suerte en la vida.
-Te agradezco sinceramente la atención que nos has prestado y quisiera pedirte que te despidas de los aficionados de esta tierra.
Pues enviarles mi saludo más cordial hacia una afición que siempre me apoyó, en una provincia en la que siempre me sentido muy a gusto cuando he toreado en algunas de sus plazas. Y que desde luego espero volver muy pronto.
Publicada en "El Periódico de Villena" por José Luis Barrachina Susarte. A quien agradecemos su colaboración en nuestro blog.
jueves, 23 de abril de 2009
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